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¿Qué son las casas pasivas?
¿Qué es una casa pasiva? ¿Resulta rentable construirla?
Una casa pasiva es una casa que está construida según los principios de estándar alemán Passivhaus, que tiene en cuenta las condiciones climáticas y geográficas de cada emplazamiento, con el fin de minimizar su consumo energético.
La Plataforma Edificación Passivhaus (PEP), promotora del estándar en España, enumera los 5 principios básicos en este tipo de construcción
- Óptimo aislamiento térmico.
- Orientación y diseño para aprovechar al máximo la ubicación.
- Supresión de puentes térmicos.
- Instalación de puertas y ventanas de alta calidad.
- Hermeticidad y buen sellado de juntas.
- Optimización de la ventilación.
Estos principios básicos se traducen en que las viviendas deben cumplir las siguientes características:
- Cumplir con una demanda de calefacción inferior a 15 kWh/(metro cuadrado); una demanda de refrigeración también inferior a 15 kWh/ (metro cuadrado); y una demanda en energía primaria (agua caliente y electricidad) que no rebase los 120 kWh/ (metro cuadrado). El resultado es una evidente reducción de la demanda de energía tanto para calefacción como para refrigeración.
- La estanqueidad no puede superar las 0,6 renovaciones de aire por hora, lo que significa que este tipo de viviendas reducen significativamente este factor frente a un edificio normal donde se renueva el aire unas 10 veces por hora.
- Super aislamiento para no sufrir pérdida de calor ni de frío. Para ello, es fundamental contar con ventanas de altas prestaciones, controlar los puentes térmicos e instalar puertas especiales.
- Ventilación mecánica con un recuperador de calor.
- Buena orientación. Este factor sólo se puede cumplir cuando se diseña una vivienda desde el principio y no cuenta cuando se trata de una rehabilitación.
El resultado final de este tipo de edificaciones es un ahorro en demanda de climatización que se sitúa en torno al 90% en el caso de las viviendas de nueva construcción, y en torno al 70% en el caso de rehabilitaciones.
Las construcciones del futuro
De momento, solo unas 35.000 construcciones en todo el mundo tienen el certificado Passivhaus, pero las casas pasivas son el futuro, casi ya el presente, de la construcción en prácticamente todo el mundo, y especialmente en Europa.
De hecho, la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (2010/31/EC) establece que a partir de 2021, todas las edificaciones de nueva planta deben realizarse bajo los preceptos de los edificios de consumo de energía casi nulo (nZEB, Nerarly Zero Energy Building), y las construcciones pasivas cumplen con creces los requisitos exigidos por la UE, por lo que, sin duda, en los próximos años aumentarán el número de viviendas individuales y edificios construidas siguiendo el estándar Passivhaus.
Ventajas de este tipo de construcciones
A las ventajas económicas y medioambientales que se derivan del menor consumo de energía, se unen otras, relacionadas con ellas, y que implican una mejora en el confort y el bienestar.
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Temperatura ambiente constante
Salvo en momentos extremos, las casas pasivas consiguen mantener una temperatura constante y agradable, prácticamente sin necesidad de activar ningún sistema de calefacción o refrigeración, lo que aumenta el confort y las hace más saludables.
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Humedad relativa por encima del 40%
El ambiente ideal para la vida ha de tener una humedad relativa entre el 40 y el 50%. Por debajo, nuestras mucosas se resecan, y se reducen nuestras defensas naturales.
Uno de los efectos de los aires acondicionados y de las bombas de calor es que resecan el ambiente, lo que aumenta la incidencia de, por ejemplo, los resfriados, tanto en invierno como en verano.
Al no necesitar, la mayor parte del tiempo, sistemas adicionales de calefacción o refrigeración, las casas pasivas mantienen una humedad relativa idónea que redunda en una mejora de la salud.
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Mejor aislamiento acústico
Las mejoras en el aislamiento térmico también suponen una mejora en el aislamiento acústico de las viviendas. Muros más gruesos y mejores ventanas permiten aislar la vivienda de los ruidos del exterior, lo que, una vez más, proporciona una mejora en el confort.
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Calidad de aire interior
Las viviendas Passivhaus incorporan un sistema de ventilación que renueva el aire constantemente, sin necesidad de abrir las ventanas para ventilar. Además, cuentan con una serie de filtros que eliminan partículas en el aire, lo que mejora su calidad y resulta especialmente beneficioso para personas con alergias al polvo o al polen, por ejemplo.
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Máximo aprovechamiento de la luz solar
Uno de los objetivos de las casas pasivas es aprovechar al máximo la iluminación natural del sol, lo que aumenta el ahorro energético, y beneficia nuestra salud.
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Menores costes de mantenimiento
Los costes de mantenimiento de una casa pasiva son menores que los de una vivienda convencional. En primer lugar, porque se utilizan materiales y componentes de mayor calidad, pero además, porque no sufren otros problemas relacionados con los cambios bruscos de temperatura en el interior, humedades etc., que dañan las estructuras y los elementos de cualquier inmueble.
Cuánto cuesta construir una casa pasiva
Como ya hemos comentado anteriormente, el coste de construcción de una casa pasiva es entre un 5% y un 10% superior al de una vivienda convencional. Y a pesar de ello, podemos estar seguro de que se trata de una inversión más que rentable, que amortizaremos en un plazo de tiempo bastante corto, entre cinco y diez años, gracias al ahorro en energía y a los bajos costes de mantenimiento.
El coste final de una vivienda pasiva dependerá, fundamentalmente, del lugar en el que se construya. PassivHaus es un estándar de rendimiento adaptado a cada clima, de manera que los componentes y la construcción variarán en función de las características climáticas del lugar en el que se encuentre la vivienda.
En cualquier caso, independientemente de la ubicación, el proceso de construcción de cualquier casa pasiva implica prestar una atención extrema a aquellos detalles que permiten aislar la vivienda, lo que supone hacer un mayor gasto en materiales aislantes del que se haría para construir una vivienda convencional.
Por supuesto, resultará imprescindible contratar un estudio de arquitectura o un arquitecto especializado, que haga un diseño adaptado a las características climáticas de la zona y a las del propio terreno en el que se construya la vivienda, y que incluya un sistema de ventilación mecánica adaptado a las características del inmueble.
En lo que se refiere a otros elementos, entre ellos puertas y ventanas, suelen ser más caros que los de una casa convencional, aunque poco a poco, con el aumento de la oferta, la diferencia de precios se ha ido estrechando. Además, en lo que a acabados se refiere, podemos encontrar diferentes alternativas con diferentes rangos de precio, que pueden permitirnos abaratar la construcción, sin que suponga un problema para conseguir el certificado Passivhaus, y disfrutar de todas las ventajas de este tipo de construcciones.
También suponen un coste adicional los trámites para conseguir el certificado de conformidad con el estándar, un paso que es interesante realizar, porque su obtención le da un valor adicional a la vivienda, que supone, ya a día de hoy, un aumento en su precio de mercado.
Por otro lado, cabe recordar que no todos los costes se encarecen a la hora de construir una vivienda de este tipo. También nos encontramos con elementos que se abaratan con respecto a los de una vivienda convencional, como los sistemas de calefacción, que al no necesitar ser tan potentes, resultan menos costosos.
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